Lasaña de boletus

Receta ↓ Ángela Solar

¡La lasaña de boletus es una delicia exquisita y aromática! Con su rico sabor a setas y su textura cremosa y esponjosa, conquistará a todos tus comensales.

Los ingredientes estrella

Para triunfar con tu lasaña, necesitarás una selección de ingredientes llenos de sabor y con una textura inolvidable en cada bocado. Asegúrate de tener a mano unos de primera, una bechamel que sea pura seda y placas de lasaña que se entrelacen con los sabores como en un abrazo.

• Boletus – Elige boletus que sean frescos y turgentes, que sean el corazón de tu plato. Si te es imposible encontrarlos frescos, no te preocupes, los deshidratados son un sustituto magnífico; solo tienes que devolverles la vida sumergiéndolos en agua.
• La salsa - Tiene que ser casera, nada de comprarla hecha. Te voy a contar cómo lograr que te quede tan cremosa que querrás comerla a cucharadas.
• Placas – Aquí puedes jugar un poco: si eres de los que prefieren no esperar, elige las que van directo al horno, pero si te gusta el ritual de la cocina, opta por las que necesitan cocción previa. Ambas son perfectas para acoger el resto de los ingredientes.
• Queso rallado – No escatimes en el queso; busca uno que se funda con facilidad y que tenga ese punto de sabor que haga que tu lasaña sea recordada. Al gratinarlo, se convertirá en la guinda del pastel.

¡Preparación de los boletus, el secreto de una lasaña de éxito!

Si eres amante de los hongos como yo, ¡prepárate para disfrutar de esta etapa! Nuestro ingrediente estrella en la lasaña, con una buena preparación, potenciará al máximo su sabor.

1. Limpieza y cortado: Antes de comenzar, asegúrate de limpiar bien con un paño húmedo o un cepillo para hongos. Recuerda, nunca los laves bajo el grifo , ya que absorberían mucha agua y perderían su jugoso sabor. Una vez limpios, córtalos en rodajas o trozos según tu preferencia.
2. Salteado con ajo y aceite de oliva: En una sartén grande, calienta un par de cucharadas de aceite de oliva y añade un diente de ajo picado. Cuando el ajo comience a dorarse, incorpora los boletus y saltea a fuego medio-alto durante unos minutos. ¡No te olvides de salpimentar al gusto!

¡Prepara una bechamel deliciosa y cremosa para tu lasaña de boletus! Esta salsa es el complemento perfecto para los sabores terrosos de los boletus y la pasta, ¡y te encantará su textura suave!

Elaboración de la bechamel

1. Comienza preparando un roux: derrite 50 gramos de mantequilla en una sartén a fuego medio y añade 50 gramos de harina. Recuerda mezclar bien para evitar grumos y cocinar durante unos minutos para eliminar el sabor crudo de la harina.
2. A continuación, incorpora la leche poco a poco, removiendo constantemente con una varilla o cuchara de madera. Yo suelo utilizar leche entera para obtener una textura más cremosa, pero puedes usar leche desnatada o incluso leche vegetal si lo prefieres.
3. Una vez que la salsa haya espesado al punto deseado, sazona con sal, pimienta y una pizca de nuez moscada. Si quieres darle un toque especial, puedes añadir otras especias como tomillo o perejil.

Montaje y horneado de la lasaña: ¡la parte más divertida!

Ahora que ya tienes tus boletus salteados y tu bechamel lista, llega mi parte favorita: ¡el montaje de la lasaña! Es como jugar con legos, pero con comida.

• Comienza colocando una capa de placas en el fondo de una fuente para hornear. Si prefieres, puedes cocerlas previamente, pero yo suelo usar las que van directo al horno para ahorrar tiempo.
• A continuación, cubre las placas con una capa generosa de hongos salteados. Si eres como yo y te encantan los hongos, no dudes en poner un poco más.
• Vierte una buena cantidad de bechamel por encima de los boletus, extendiéndola uniformemente. ¡Recuerda, la bechamel es la clave de una lasaña cremosa y deliciosa!
• Repite los pasos anteriores hasta llenar la fuente, terminando con una capa de bechamel en la parte superior.
• Por último, esparce queso rallado por encima y gratínalo en el horno a 200°C durante unos 20-25 minutos, o hasta que la superficie esté dorada y crujiente. ¡Este es el momento en el que tu casa comenzará a oler como un auténtico restaurante italiano!

Si te apetece darle un toque extra, puedes añadir unas hojas de albahaca fresca por encima justo antes de servir. ¡Buen provecho!